Zaha Hadid, arquitecta iraquí nacida en Bagdad en 1950 y educada en la idea de que todo es posible, por lo que desde muy joven estableció su residencia en Londres donde las cosas no fueron sencillas para una mujer, iraquí, rica y con unas ideas muy claras sobre lo que es la arquitectura y el diseño. Ella misma dice: “El hecho de ser mujer, inmigrante, querer ser pionera, ser rica… Todo eso. La combinación entre una mujer inmigrante, árabe, autosuficiente y que hacía cosas raras no me facilitó nada las cosas. Pero estar tan marcada me ha favorecido. Me dejaban ser y hacer lo que quisiera pero a la vez me bloqueaban la entrada a ciertos encargos y terrenos profesionales”
Centro comercial Galaxy Soho, Pekín (fotos vía Hufton & Crow)
Puente de la Expo Zaragoza en distintas perspectivas
A pesar de toda su repercusión, su carrera como arquitecta no despegó hasta que el empresario alemán Rolf Fehlbaum le dio la oportunidad de brillar encargándole la estación de bomberos en la localidad de Weil am Rheim, en el año 1993, momento en el que su carrera despegó de un modo fulgurante hasta llegar a conseguir el máximo galardón en arquitectura, el premio Pritzker (2004).
Vídeo – Principales proyectos de Zaha Hadid
El estilo de la arquitectura de Zaha Hadid está muy próximo al deconstructivismo, experimentando con los espacios, jugando con las líneas curvas, logrando que sus edificios fluyan como líquidos, dándoles al paisaje y al propio edificio una estética que parece que anticipa el futuro.
Se yerguen bajo su firma edificios tales como la Torre Espiral de Barcelona, la sede de BMW en Leipzig, el Pabellón Puente sobre el río Ebro en Zaragoza, una estación de tranvía en Estrasburgo, El Centro Acuático de Londres 2012, el Cuartel de Bomberos Vitra, el Centro de Arte Contemporáneo Rosenthal, una plataforma para salto de esquí en Innsbruck… y hoy en día sigue teniendo proyectos por todo el mundo.
Proyecto de Torre Espiral, Barcelona
Piscina olímpica de Londres 2012
Centro de Arte Contemporáneo de Cincinnati, Ohio
Terminamos este artículo con palabras de la propia Zaha Hadid, con respecto a su trabajo, en las que afirma que “no me gusta imponer, sino liberar. Mire, a la gente le gustan los paisajes más extremos. Suben montañas, caminan en desiertos, bucean y encuentran maravillas. Se esfuerzan y vuelven con el espíritu elevado. Y eso es lo que yo busco hacer con la arquitectura, que engrandezca, que aporte experiencias a los usuarios. Trato de capturar una experiencia única en un espacio público porque no todo el mundo puede pagarse una estancia en los hoteles más caros del mundo. Me interesa ofrecer esa vivencia en salas de concierto, en bibliotecas, en museos.”